lunes, 3 de noviembre de 2008

PRIMER CONTACTO

Por Martín Adrián Ramos

JEFF CORBIN, JOVEN FILÁTROPO Y AVENTURERO, HEREDERO DEL CONGLOMERADO CORBIN & GALACTIC, CARGAS ESTELARES, EN MISIÓN DE EXPLORACIÓN.
—Agrega contacto… Primer contacto.
JEFF CORBIN, JOVEN FILÁTROPO Y AVENTURERO, HEREDERO DEL CONGLOMERADO CORBIN & GALACTIC, CARGAS ESTELARES, EN MISIÓN DE EXPLORACIÓN Y PRIMER CONTACTO.
—Muy bien.
(carraspeo)
—Autoridades del Conglomerado, familiares y amigos: No los aburriré reiterando aspectos que ya figuran en archivos anteriores. Tengo el agrado de informar que estoy a punto de teletransportarme a la superficie de este planeta recién descubierto y el contacto es inminente. Saben que rehúso la técnica de la observación metódica y los largos informes; ese no es el modo de actuar de los hombres de acción. Y seguramente esta nueva raza sabrá entenderlo así. Quiero establecer el encuentro de modo informal y, para minimizar la posibilidad de que el extraño se sienta incómodo o invadido en su privacidad, no utilizaré más dispositivos de registro que los que se hallan aquí, en órbita. Para documentar el suceso, me mantendré comunicado en todo momento con Wiston, la confiable IA de abordo, quien me asistirá a través del osteófono y monitorerá mis acciones, anexando al presente informe todos sus registros acerca del contacto a partir de que yo abandone esta plataforma. Es decir, a partir de... ahora.

Jeff Corbin se materializa junto al disco plateado, a unos veinticinco metros de donde se encuentra el extraterrestre, y mira a su alrededor.
(La imagen muestra un prado en las cercanías de un bosque. La nave del extraño, un enorme disco plateado, refleja los cambiantes tonos del cielo anaranjado).
El extraterrestre no parece inquietarse ante la repentina aparición; su actitud se podría calificar de cautelosa curiosidad.
Se confirma lo observado en el momento del descubrimiento: ARCHIVO 472-A6-Z21: “el extraño es alto y robusto y tiene el cuerpo cubierto de pelo; el pelo es de un rojo intenso en la cabeza y se va aclarando hacia los pies”. Fin de la referencia.
El extraterrestre se mantiene a un lado de la nave, como esperando el desarrollo de los acontecimientos. Está erguido, no viste ningún tipo de ropaje y no da la impresión de que lo incomode el hecho de estar desnudo frente a un desconocido. Sostiene una esfera azulada que pasa de una mano a la otra; presumiblemente, algún dispositivo de comunicación.
Se ve tranquilo y listo para el contacto.
Jeff Corbin lo contempla exultante —Muchas veces, a lo largo de los viajes que ha hecho utilizando los servicios de esta nave, ha mencionado cuánto lo emociona la perspectiva de pasar a la historia como el primer humano en hacer contacto con un ser de otro mundo. Desde que atravesamos el Pórtico no habla de otra cosa.
Monitoreando sus signos vitales, le recomiendo controlar su entusiasmo.
Responde con una risa ahogada; pide instrucciones y cumplo en transmitirlas al osteófono.
Ansioso por acometerlas, Jeff Corbin acorta la distancia que lo separa del extraterrestre a unos veinte metros. Levanta una mano y con una gran sonrisa en la cara dice:
—Yo te saludo en nombre de la Humanidad.
El extraterrestre deja caer la esfera y lo mira, no de buen modo.
Analizando el gesto, le aconsejo a Jeff Corbin sentarse y no parecer amenazante —Tal vez el sonido esté mal visto entre los miembros de esta especie. O tal vez no utilicen un lenguaje hablado.
Pasan unos minutos contemplándose el uno al otro.
Finalmente, el extraterrestre recoge la esfera.
Entonces Jeff Corbin se incorpora y, siguiendo nuevas instrucciones, sin emitir sonidos, sólo con señas, describe su partida de la Tierra, todo el viaje hasta llegar a ese planeta, hasta ese encuentro, su felicidad por encontrarse allí y sus buenas intensiones; termina llevándose las manos al pecho y haciendo el ademán de ofrecerle su corazón al extraño.
El extraterrestre responde acelerando el paso de la esfera de una mano a la otra, y acercándose unos cinco metros más.
Recomiendo seguir su ejemplo.
Jeff Corbin lo hace, y continúa con su descripción gestual de la civilización humana y los adelantos que llevaron a los terrestres al espacio, a la exploración, al descubrimiento del Pórtico y por fin a este encuentro. Y, con una amplia sonrisa, se acerca otros cinco metros.
El extraterrestre luce interesado.
Jeff Corbin, motivado por lo que califica de grandes progresos, continua con los ademanes, tratando de mostrar un poco de la cultura humana: bailes típicos, algunas famosas obras de teatro, distintas disciplinas deportivas, oficios varios e incluso ejercicios de la academia, y finalmente extiende la mano, ofreciéndosela al extraño en señal de amistad.
El extraterrestre lo contempla durante un instante, deja caer la esfera, salta sobre Jeff Corbin y lo devora en pocos segundos.
Momentos después, dos seres altos y delgados salen del bosque. Oprimen una parte del disco y se abre una compuerta. Mientras uno de los seres entra en la nave, el otro ser emite un silbido. La esfera se levanta y vuela hacia el ser. El extraterrestre va corriendo detrás, ahora en cuatro patas. El ser arroja la esfera y el extraterrestre corre detrás de ella, la alcanza de un salto y la trae de regreso. El ser lo palmea en la cabeza, entran al disco y la compuerta se cierra. La nave se eleva y abandona el planeta.

FIN DEL ARCHIVO.

¿Desea Repetir?

3 comentarios:

Laura Ponce dijo...

>Desea repetir?

Juas, juas, juas! Me encantó.

Anónimo dijo...

Estuvo bueno lo de "desea repetir" la verdad un buen chiste, levanta mucho despues del final.

Chinchiya dijo...

Muy bueno! Y el tipo haciéndole bailes y demás...