martes, 14 de octubre de 2008

DESPLAZAMIENTO DE LA MARGINALIDAD

Por Paula Salmoiraghi

Volver al rincón y no aceptar
volver al rincón.

No dar autoridad a
quien nos envía al rincón:

–Éste no es el rincón.
Éste
es el centro del mundo.

Con sólo deslizar
la yema de mis dedos por esta pantalla
puedo abrir
el pórtico de inscripciones milenarias
que me llevará hacia el país
donde soy a la vez la reina,
la dama guerrera,
la diosa de la fertilidad
y la mendiga
que conoce y no revela
todos los secretos.